Comenzamos el año 2018 con esta palabra: GRACIAS.
Es lo que nos brota del corazón cuando miramos lo realizado el año 2017.
Gracias en primer lugar a Jesús y a su Madre Santísima por habernos llamado a proclamar el Evangelio y su mensaje de salvación y esperanza.
Gracias a todos los que de una u otra forma nos acompañaron, acogieron y apoyaron.
Gracias a todos nuestros colaboradores, sin cuya constante y fiel ayuda no nos hubiese sido posible llegar a miles de jóvenes en los innumerables centros educativos que visitamos, no hubiese sido posible visitar y misionar más de 150 ciudades, pueblos, veredas – muchas de ellas apartadas y olvidadas – , no hubiese sido posible llevar consuelo y esperanza a tantos hermanos que sufren en hospitales y cárceles.
Sobre todo, no hubiese sido posible desarrollar la ardua pero bella labor de seguir formando para la vida religiosa a tantos jóvenes, de ambos géneros, que golpean nuestras puertas queriendo consagrarse al servicio de María Santísima.
No hubiese sido posible seguir trabajando en los acabados de la hermosa iglesia dedicada a Nuestra Señora de Fátima en Tocancipá, cada día más visitada.
Gracias también a todos los señores obispos y sacerdotes que nos abrieron las puertas, permitiéndonos colaborar con sus planes de evangelización y apostolado.
Este trabajo y este apostolado fue de todos los que nos apoyaron a cualquier título, por eso fue como si cada una lo hubiese realizado personalmente.
Dios Nuestro Señor y su Madre Santísima les retribuyan por todo. Les presentamos a continuación un resumen de lo realizado el año 2017.
Vea un resumen de nuestras actividades del año 2017