Kathmandú (Martes, 28-04-2015) En medio de la tragedia ocurrida en Nepal el pasado sábado 25 de abril, cuando un terremoto de 7.9 grados de intensidad ocasionó enormes pérdidas humanas y materiales, un llamativo testimonio de la protección y misericordia de Dios fue compartido por un joven docente a Cáritas Internationalis.
"Eran casi las 11 cuando llegó el terremoto", relató Santosh Kumar Magar, de 29 años, a Cáritas. "Salí y vi dos o tres casas desplomándose a mi alrededor. Algunos animales murieron en ese momento. La gente se salvó porque todos los pobladores estaban congregados para el programa de las ordenaciones".
Las ordenaciones a las que se refería eran las de los nuevos sacerdotes en Okhaldhunga, un área remota del Este de Nepal. "Fue una experiencia terrible, nunca había tenido una experiencia como esa en mi vida", describió.
Si bien los pobladores salvaron su vida por su providencial presencia en las ordenaciones, el terremoto destruyó sus viviendas, como lo constató Santosh al regresar a Katmandú después del sismo. "La mayoría de las casas de las villas… algunas de las casas habían colapsado, pero la mayoría estaban agrietadas. Todos los habitantes estaban saliendo y se encontraban en la mitad del camino, llamando por ayuda".
Se calcula que las víctimas mortales del terremoto podrían ascender a más de 10 mil a medida que se desarrollan labores de rescate y se evalúa la situación en lugares remotos. Cáritas Internationalis, la agencia humanitaria de la Iglesia Católica, trabaja intensamente para ampliar la ayuda a todas las regiones, ya que hasta el momento se ha concentrado en la capital del país, Kathmandú.
Con información de Cáritas Internationalis. |
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