Hace 8 años, un 2 de abril también, fallecía el hoy Beato Juan Pablo II.
El 1 de mayo de 2011, el Cardenal Bergoglio afirmaba en la catedral de Buenos Aires que Juan Pablo II no tenía miedo “por qué ha vivido su vida contemplando al Señor Resucitado”. Era el día de la canonización del Papa Wojtyla.
“El coraje, la firmeza que nos da la Resurrección de Cristo -afirmó en esa oportunidad- la serenidad de ser perdonados a través de la misericordia” del Señor nos “quita el miedo”. E invitaba a que, en palabras de Jesús y de Juan Pablo II, “no tengan miedo”.
Dos días después de la muerte de Juan Pablo II, el 4 de abril del 2004, el Cardenal Bergoglio había celebrado una missa em su memoria. Entonces, había referido del Beato que tenía “la coherencia de un hombre de Dios”. Era la coherencia de quien todas las mañanas “pasaba muchas horas en adoración”, y por esto “se dejaba plasmar de la fuerza de Dios”.
La coherencia, afirmaba el hoy Papa Francisco, “no se compra”. La coherencia “va cultivada en el corazón con la adoración”. Juan Pablo II era un hombre coherente porque se ha dejado “cincelar por la voluntad de Dios”. Es el de Juan Pablo II “un testimonio fiel”.
Con información de Radio Vaticano
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