Madre amable de mi vida, Auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta pongo en tus divinas manos. Ave María.
Tú que sabes mis congojas, pues todas te las confío, da la paz a los turbados y alivio al corazón mío.
Ave María.
Y aunque tu amor no merezco no recurriré a Tí en vano, pues eres Madre de Dios y Auxilio de los Cristianos. Ave María.
Oración:
Acuérdate oh Madre Santa que jamás se oyó decir, que alguno te haya implorado sin tu auxilio recibir.
Por eso con fe y confianza, humilde y arrepentido, lleno de amor y esperanza este favor yo te pido: (pedir la gracia que se desea y decir tres veces: Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.)