La Iglesia Católica es el pedestal de algunos de los más grandes logros de la humanidad en arquitectura. Desarrollándose constantemente a lo largo de los últimos dos milenios, la Iglesia ha producido muchas de las obras más grandiosas del mundo: la Capilla Sixtina, la Basílica de San Pedro, y la Catedral de Notre Dame, para nombrar apenas un puñado entre muchas. Desde las abadías románicas, hasta las catedrales góticas o las basílicas renacentistas, ha habido una multitud de estilos arquitectónicos a través de los tiempos. Uno de los más renombrados por su diseño estructural y arquitectónico es el Santuario de Las Lajas, una iglesia colombiana conocida por su origen milagroso.
El Santuario de Las Lajas es una iglesia basílica construida en el cañón del Río Guáitara, en el departamento colombiano de Nariño. El nombre significa literalmente “las lajas” en español, por causa del tipo de piedra sedimentaria dentro de la cual está construida. En su origen sustituyó a un pequeño santuario construido a mediados del siglo dieciocho. La iglesia actual fue construida a partir del 1 ro . de enero de 1916, hasta el 20 de agosto de 1949, con fondos provenientes enteramente de las donaciones de los feligreses. La misma se eleva a 106 metros de altura desde la base del cañón del río, y está conectada con el lado opuesto del cañón a través de un puente de 45 metros de altura. El Santuario de Las Lajas debe su renombre al hecho de ser una de las iglesias católicas más imponentes y de más cuidadosa ingeniería.
La construcción de la iglesia fue encomendada después de un hecho milagroso ocurrido en 1754. Una mujer nativa llamada María Mueses y su pequeña hija Rosa estaban pasando por el Río Guáitara, cuando ambas se vieron atrapadas en medio de una feroz tormenta. Encontraron refugio de la tormenta ocultándose en una cueva entre las lajas de piedra sedimentaria. A pesar de que Rosa era sordomuda, súbitamente gritó: “¡Mamá, la Virgen me está llamando!”, apuntando hacia la aparición de la Santísima Virgen María. Finalmente pasó la tormenta, y su madre decidió permanecer en silencio acerca de lo que ella y su hija habían visto.
Algún tiempo después del primer milagro de la aparición de la Virgen María, Rosa quedó gravemente enferma y falleció rápidamente. María regresó con su hija a las lajas donde ambas habían esperado pasar la tormenta y rezó por el alma de su hija, con la intención de enterrarla cerca de allí. Rosa fue milagrosamente devuelta a la vida y de esta vez María no pudo permanecer en silencio.
Se dice que cuando María llevó a un sacerdote al lugar donde su hija había sido resucitada, fue encontrada una imagen milagrosa grabada en la pared de piedra. La imagen mostraba a Nuestra Señora, con Santo Domingo y San Francisco a ambos lados de ella. La imagen existe aún hoy en día, detrás del altar del santuario.
Geólogos alemanes perforaron la imagen en diferentes partes para tomar muestras. Ellos no encontraron pintura, ni colorantes, ni ningún otro pigmento en la superficie de la piedra. Los colores son los colores de la propia piedra. Lo que es aún más increíble, ¡la piedra conserva el color perfectamente hasta una profundidad de varios pies!
Cincuenta años más tarde, el santuario fue ampliado y se construyó un puente para permitir a los peregrinos cruzar el cañón y rezar. En 1952, el Santuario de Las Lajas recibió del Papa Pío XII una coronación canónica oficial, y más tarde fue nombrado basílica menor, en 1994, por el Papa San Juan Pablo II. Hoy en día esta iglesia es un lugar de peregrinación popular para los católicos, con cientos de miles de visitantes que llegan cada año a atestiguar su belleza.
Fuente: http://www.ucatholic.com/blog/the-miraculous- origins-of- one-of- the-most- beautiful- catholic-churches- in-the- world/. Billy Ryan es un estudiante de bioquímica en la Universidad de Akron, Estados Unidos.