Suavidad y firmeza de principios en Doña Lucilia

Publicado el 11/02/2017

El mundo moderno a veces no comprende la práctica de algunos opuestos armónicos, tales como la grandeza y la bondad, la alegría y la seriedad, la belleza y la practicidad. Doña Lucilia sabía armonizar en su alma dos bellas actitudes, aparentemente difíciles de convivir juntas: la suavidad de trato y la firmeza de principios. El Dr. Plinio describió en una conferencia cómo se daba eso en ella.

 


 

Mi madre era una persona eminentemente pacífica. De una paciencia, de una dulzura y de una suavidad que no conocí en nadie. Pero era muy clara y firme en sus principios: ¡lo que es, es,
y lo que no es, no es!

 

Doña Lucilia en 1906

El estado de espíritu de ella era habitualmente de mucha bondad, de mucha condescendencia. Si alguna cosa no estaba bien, ella mudaba su modo de ser y oponía una
barrera, ¡tranquila, pero inquebrantable!

 

Digna descendiente de portugueses

 

Si alguien intentaba forzar esa barrera, ¡ella sabía decir no! Pero, como es natural, todo
eso se daba mucho más en la línea portuguesa que española. Es natural…

 

Hay un proverbio portugués que dice: “¡Quien le exige a los suyos, no se degrada!” Ella era descendiente directa de portugueses de Porto. Eran portugueses que venían a Brasil y se casaban con otros descendientes de portugueses. Todos eran portugueses. Ella tenía, por lo tanto, ese modo de ser, con toda la afabilidad portuguesa, con toda la dulzura portuguesa, ¡que a veces
no es muy reconocida, pero es algo que existe y es muy notable!

 

Ese modo de ser suave puede ser percibido, por ejemplo, en las canciones populares de
Portugal, diferentes de las canciones populares de España, que me gustan tanto.

 

No obstante, ¡mi padre era un hombre todavía mucho más pacífico que ella! ¡No hay
comparación!

 

Los dos murieron muy avanzados en edad, él con 84 y ella con 92 años. Estuvieron, por lo tanto, casados por un largo tiempo. Yo nunca oí que el uno le dijese al otro algo desagradable
o indelicado. ¡Nunca vi una desavenencia entre ellos!

 

Una señora española

 

A veces él daba una opinión medio moderna o algo así. Ella decía que no concordaba, y discutían el asunto, aunque en el terreno de las ideas. Cuando la discusión llegaba a cierto punto,
ella decía: “Pero, João Paulo, así no puede ser”, etc., ¡y se entesaba!

 

El Dr. João Paulo, Doña Lucilia, Plinio y

Rosée en París, en 1912

Como ella descendía de antepasados españoles lejanos, del tiempo en que Brasil y Portugal estaban unidos a la corona de España – vinieron muchos españoles a vivir en São Paulo
–, él sabía eso y me decía: “¡Hiii! Esta señora española…”

 

Pero lo decía bien bajito, para no entrar en conflicto. ¡Porque lo que él no quería era
justamente eso!

 

Los “pitos” 1

 

El modo por el cual Doña Lucilia hacía censuras expresaba mucho eso.

 

Cuando yo era niño, y hacía algo que no debía, ella me llamaba, pasaba su mano por mi cintura y me ponía bien cerca a ella, con tal afecto, que yo podía sentirlo hasta en sus manos. Ella
me miraba con mucha seriedad y me decía: “Filhão 2 …” Yo ya sabía lo que había hecho…

 

– Filhão, ¿es verdad que hiciste tal cosa?

 

Ella miraba dentro de mis ojos. Mi madre tenía unos ojos castaños oscuros, ¡pero en esas
ocasiones se volvían casi negros! Ella repetía la pregunta:

 

Doña Lucilia en 1968, pocos meses

antes de su fallecimiento

– ¿Es verdad que hiciste eso?

Yo decía apenado:

– Sí, señora.

– ¿Pero pensaste en lo que hiciste? Eso es censurable por tales y tales razones. Anduviste mal, y eso es un defecto dentro ti, tienes que acabar con ese defecto. Tu mamá no te va a querer
bien mientras ese defecto no fuere corregido.

 

Después de que ella notaba que yo había quedado bastante impresionado con eso, decía:

– ¿Le pides perdón a tu mamá?

– Le pido.

– Entonces dale ahora un beso a tu mamá.

 

Era la hora de la reconciliación. Yo la besaba muy afectuosamente, y también ella a mí. ¡Estaban hechas las paces! Terminado el “pito” yo salía cada vez más encantado con ella y
queriéndola aún más.

 

— — — — — — — — — — — –

1) N. del T.: Reprensiones, en portugués de Brasil.
2) N. del T.: Aumentativo afectuoso de la palabra hijo, en portugués.

 

(Revista Dr. Plinio No. 176, noviembre de 2012, p. 10-13, Editora Retornarei Ltda., São Paulo –
Extraído de una conferencia del 21.9.1984)

Deje sus comentarios

Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

version mobile ->