La Santísima Virgen sostiene en el brazo izquierdo al Niño Jesús y en la mano derecha un cetro. Eso quiere indicar que, por el poder que Ella tiene sobre su Divino Hijo, posee la omnipotencia sobre todo el universo. Y por esa razón tiene el poder de auxiliarnos en todo lo que necesitamos. Es una auxiliadora omnipotente.
Por otro lado, el semblante risueño y amable de Ella nos habla de su misericordia.
Están presentes, por lo tanto, los dos factores para que confiemos en el auxilio de María Santísima, que quiere y puede socorrernos inagotablemente, en todo. Luego, si pedimos, Ella nos socorrerá.
Nuestra Señora Auxiliadora se podría llamar, bajo cierto punto de vista, Nuestra Señora de los Pedidos. Ella no nos auxilia sólo cuando pedimos, pero nos ayuda siempre que lo hacemos. Por esa causa, es invocada bajo el título de “Auxilio de los Cristianos”.
(Revista Dr. Plinio, No. 206, mayo de 2015, p. 36, Editora Retornarei Ltda., São Paulo – Extraído de una conferencia del 23.5.1968).