CURSOS VACACIONALES DE LAS RAMAS MASCULINA Y FEMENINA – Días de armoniosa y agradable convivencia

Publicado el 09/05/2019

Una verdadera multitud de jóvenes participó en los últimos Cursos vacacionales. Y, aún procediendo de países muy diversos, todos se sentían fuerte y armoniosamente unidos entre sí.

 


 

Curso vacacional

de la rama femenina en la

casa Monte Carmelo

Mes de julio, auge del invierno en el hemisferio boreal. Mientras las bajas temperaturas dominan la sierra de la Cantareira, localizada en la región norte de la ciudad de São Paulo, una calurosa explosión de entusiasmo y vivacidad calienta los corazones en las casas de las ramas masculina y femenina de los Heraldos del Evangelio.

 

Chicos y chicas procedentes de Portugal, España, India, Canadá y de varios países de América Latina, así como de distintos estados de Brasil, se reunieron la víspera de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen para dar inicio, bajo su maternal protección, a los tan esperados Cursos vacacionales.

 

Rama femenina: la fuerza y la necesidad de la unión

 

En la casa generalicia de la rama femenina, de Caieiras, el programa empezó con una piadosa ceremonia en alabanza a la Virgen Santísima. Un solemne cortejo llevando su imagen hasta la iglesia manifestó el deseo de todas las participantes de seguir a María en sus dolores y alegrías, rumbo al triunfo de su Inmaculado Corazón prometido en Fátima.

 

A continuación, las más de 600 jóvenes que allí se encontraban reunidas asistieron a la Santa Misa, a fin de impetrar gracias para los tres días de congreso. La Eucaristía fue presidida por el P. Ricardo Basso, EP, que hizo una fogosa homilía sobre la vida de San Buenaventura, cuya memoria litúrgica se conmemoraba en esa fecha, y aprovechó la ocasión para destacar la necesidad de una unión fraternal, confiada e indestructible entre los hijos de la Santa Iglesia, en general, y los Heraldos del Evangelio, en particular.

 

En torno a ese tema giraron las conferencias y atrayentes representaciones teatrales del Curso vacacional, ambientadas en la Francia del siglo XVIII.

 

Curso vacacional

de la rama femenina en la

casa Monte Carmelo

Durante los días del intenso programa, las jóvenes pudieron estar mucho más cercanas a Jesús Sacramentado, participando en las Misas y adoraciones al Santísimo, en las cuales sorbieron especialísimas gracias y enseñanzas para crecer y consolidar su fe.

 

La bondadosísima madre del hijo pródigo

 

Por otra parte, los casi 1000 jóvenes de la rama masculina de los Heraldos del Evangelio asistieron a exposiciones y piezas teatrales sobre diversos temas. Sin embargo, la representación que más marcó a los espectadores fue la que clausuró el congreso. Estaba inspirada en la famosa y conmovedora parábola del hijo pródigo, pero con la añadidura de un personaje inédito: la fallecida madre del pecador, que desde el Cielo acompañaba llena de misericordia todas las vicisitudes por las cuales él había pasado.

 

Aplicada a los días actuales, la escenificación evoca el papel de la Santísima Virgen, la Madre dispuesta a recibir a la humanidad pródiga con un cariño aún superior al del padre de la parábola, ofreciéndole uno de los mayores banquetes de la Historia: el Reino de María.

 

Iniciado con una solemne Eucaristía en la basílica de Nuestra Señora del Rosario, celebrada por el P. Rodrigo Fugiyama, EP, el programa del congreso de la rama masculina incluía igualmente Misa diaria, rezo conjunto del Santo Rosario y adoración eucarística.

 

“Vivir es estar juntos, mirarse y quererse bien”

 

Tanto en la casa Monte Carmelo como en el seminario menor de los Heraldos, los participantes en los Cursos vacacionales disfrutaron de tres días de alegre convivencia, para lo cual no fueron obstáculo sino incentivo y factor de enriquecimientos las diferencias de idioma, mentalidad y costumbres de cada nación.

 

El auditorio del seminario menor repleto de jóvenes durante una de las reuniones del Curso vacacional

Aunque vinieran de las más variadas partes del mundo, la multitud de jóvenes que allí se dieron cita compartía los mismos ideales, y pudieron comprobar en ese corto período de tiempo el real significado de la conocida frase de Dña. Lucilia: “Vivir es estar juntos, mirarse y quererse bien”.

 

No obstante, cabe preguntarse: en una sociedad donde reina el egoísmo y abundan los desentendimientos, riñas, envidias y rivalidades, incluso en el seno de las propias familias, ¿cuál es el secreto para establecer una relación tan llena de armonía? ¿Cómo hacer que entre personas tan diferentes exista una consonancia de hermanos muy unidos?

 

Cuando los hombres deciden adherir a Jesús con toda su alma, Nuestra Señora enriquece la convivencia con abundantes gracias y hace que florezcan las más bellas virtudes en los que de ella participan. Si las personas están vinculadas entre sí, no por lazos humanos, sino por el amor a Dios, por el mismo ideal y por la misma vocación, sobresalen los mejores rasgos del alma de cada uno y el trato se vuelve ligero, agradable y armonioso.

 

Esa es la lección que los jóvenes participantes en los congresos se llevaron consigo, no sólo al asistir a las formativas charlas, sino al experimentar cuán dulce y deleitoso es que los hermanos vivan juntos y muy unidos (cf. Sal 132, 1).

 

Interrelación fundada en el perdón

 

En un mundo donde el demonio ha arrastrado a la perdición a un número incalculable de almas, la unión entre los buenos es una poderosa arma para hacer triunfar el Reino de María en los corazones.

 

El fundador de los Heraldos celebrando una Misa en el patio de la casa Lumen Prophetæ

para los jóvenes aspirantes de ambas ramas.

“Una fuerza unida se vuelve más fuerte”, dice San Luis María Grignion de Montfort en su Oración Abrasada. En la cohesión en torno a la verdadera Iglesia está la clave de nuestra fuerza, y así lo comprendieron y degustaron los participantes de los Cursos vacacionales.

 

Pudieron concluir igualmente que para hacer posible tal interrelación en el actuar y en el sentir, que lleva a tener un solo corazón y una sola alma en Dios, es necesario pasar por encima de las carencias y los defectos de los otros. Si Dios está dispuesto a acoger y perdonar a los hijos pródigos más ingratos, ¿no deberíamos también nosotros olvidar las faltas de nuestro hermano y mirar con benevolencia sus debilidades y limitaciones? Si así lo hacemos, nuestra Madre Santísima nos obtendrá gracias aún mayores y hará abundantes las bendiciones que dan eficacia a nuestra acción evangelizadora.

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Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

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