Tristemente las hostias incorruptas desaparecieron en la Guerra Civil Española / Fuente imagen: SIC.
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El 2 de junio la diócesis de Alcalá de Henares, España, festejaba el 400 aniversario del reconocimiento del milagro de las Santas Formas Incorruptas. Las conmemoraciones se iniciaron el día anterior, sábado, con el traslado de la custodia de las Santas Formas desde su capilla de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor hasta la catedral, donde hubo una solemne Eucaristía presidida por el obispo diocesano, Mons. Juan Antonio Reig Pla, y una vigilia de adoración nocturna. El domingo se celebraron las Vísperas, seguidas de una procesión y bendición del Santísimo Sacramento. Para la ocasión se preparó un video explicativo y fue realizado un ciclo de conferencias, del 24 de abril al 4 de junio, sobre la historia del milagro y su significado para los fieles.
En 1597, en la misma ciudad de Alcalá de Henares, provincia de Madrid, un penitente le devolvió al P. Juan Juárez, SJ, 24 hostias consagradas que habían sido robadas. Como en esa época habían muerto varios sacerdotes y laicos al haber comulgado hostias envenenadas, los jesuitas decidieron dejar reservadas las partículas en un lugar conveniente de la iglesia a la espera de que con el tiempo se corrompieran naturalmente y desapareciera la presencia real de Cristo en la Eucaristía. No obstante, permanecieron incorruptas, hasta tal punto que años después, el 16 de julio de 1619, fue reconocida por las autoridades su conservación milagrosa, lo que motivó la construcción de una capilla de Adoración Perpetua.