Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Carolina del Norte ha anunciado a la comunidad académica un hallazgo que confirma el relato bíblico de la conquista babilónica de Jerusalén, contenido en el capítulo 25 del segundo libro de los Reyes. En él se describe el incendio que asoló la ciudad, incluido el Templo construido por el rey Salomón, y cómo el rey Sedecías fue llevado preso a Babilonia por Nabucodonosor. También el profeta Jeremías había predicho la caída de Judea a manos de un rey babilónico.
El descubrimiento en el monte Sion de objetos como lámparas, un arete de oro y plata o puntas de flecha, todos datados del 57 a. C., junto con madera quemada y cenizas confirma dicho relato. Conforme explicó Shimon Gibson, uno de los investigadores, analizados en conjunto tales datos evidencian el asedio babilónico, incluso porque las saetas encontradas, hechas de bronce y hierro, eran propias de ese pueblo.