“Confiamos nuestro sufrimiento a María”: he aquí la oración de los más de 45 000 peregrinos que el 5 de marzo se congregaron en el santuario mariano de Partama, en el estado indio de Orissa. En esa fecha fue conmemorado el jubileo de plata del santuario con una Misa, presidida por Mons. John Barwa, SVD, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, y concelebrada por Mons. Sarat Chandra Nayak, obispo de Berhampur, y más de setenta sacerdotes.
El santuario pertenece a la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, situada en el distrito de Kandhamal. Según las crónicas diocesanas, el 5 de marzo de 1994, una Bella Señora se le apareció a una viuda hindú que recogía leña en el monte Partama, y le dijo que le pidiera al sacerdote católico que construyera allí una iglesia en la cual se rezara el Santo Rosario por la conversión de los pecadores. La viuda, no obstante, fue ridiculizada al contarle el hecho a sus conocidos.
Días después la Bella Señora volvió a aparecerse, pero esta vez a un niño de 12 años, a quien le dijo: “Soy la Madre de Jesús. Reza todos los días el Rosario para edificar el Reino de Dios”. El párroco del lugar, el P. Alphonse Balliarsingh, construyó entonces una pequeña ermita en el sitio de las apariciones, en la cual entronizó una imagen de Nuestra Señora del Rosario. En poco tiempo la devoción a Ella se extendió por toda la región.