El tremendo seísmo que destruyó iglesias y casas de la localidad italiana de Arquata en agosto de 2016 no desapareció de la memoria de los habitantes, y las autoridades aún siguen trabajando removiendo escombros en muchos lugares, entre ellos la iglesia de Santa María Asunta.
En ella miembros del departamento de protección del patrimonio cultural encontraron un sagrario de madera del siglo XVI, completamente cerrado, en cuyo interior todo indicaba que estaba reservado el Santísimo Sacramento. Fue entregado al P. Ángelo Ciancotti, sacerdote de la catedral de Ascoli Piceno, que logró abrirlo y halló un copón que contenía 40 hostias consagradas en perfecto estado de conservación. No presentaban la mínima señal de deterioro o moho, como era de esperar tras haber pasado un año y medio entre las ruinas.
“Para mí, se trata de un milagro”, afirma el P. Ciancotti. Y añade: “Jesús nos dice: estoy aquí, estoy en medio de vosotros. Tened confianza en mí”.