El periódico de Lourdes publica el relato de una curación inexplicable

Tan sólo unas pocas decenas de los miles de milagros, grandes y pequeños,ocurridos en Lourdes han sido declarados de forma oficial como tales por la secretaría del santuario dedicadaal estudio de esas curaciones. Para obtener el reconocimiento es necesario pasar por un largo proceso que es minuciosamente acompañado por médicos y científicos, entre los cuales figuran no católicos. Pero las curacione sin explicables se repiten constantemente junto a la gruta de Massabielle.

Una de las más recientes, relatada en el Lourdes, le journal des grâces,sucedió en septiembre del 2015. Dos años antes, los médicos le dijeron a Reine Marie, una mujer francesa con cuatro hijos y siete nietos, que jamás conseguiría andar de nuevo. Afligida,dejó un mensaje en el contestador automáticode Radio Présence Lourdes pidiendo oraciones, y en septiembre fue al santuario en peregrinación.

He aquí la declaración que hizo delo ocurrido: “En las piscinas, mientras las hospitalarias me sujetaban para entrar en el agua, sentí un gran calor desde los pies hasta el cuello. Las señoras, al verme salir del baño sin ayuda alguna, gritaron: ‘¡Milagro!’.Yo estaba llorando, me veía caminar sola. Ellas me pusieron una estatuilla de Nuestra Señora de Lourdes en mis brazos y la abracé con todas mis fuerzas. No podía creer lo que me estaba pasando. De inmediato tomé la decisión de guardar esto en mi corazón. A mi regreso, mi médico consideró estacuración como extraordinaria. Para él, era un milagro. Por último, le escribí al obispo de mi diócesis para confiarle mi testimonio”.

Pero eso no fue todo, decía: “Recibí otra gracia. Mi hija de 41 años, queno me hablaba desde hacía once años y medio, volvió a mí el día de mi cumpleaños.Cuando le conté que me había curado milagrosamente en Lourdes, ¡lloró de alegría! Ahora sé que la Virgen María nunca me abandonará.Continúo rezando día y noche. Mi vida entera no será lo suficientemente larga como para agradecérselo”.

Una imagen de la Virgenes encontrada intacta

después de un incendio En la mañana del 22 de febrero una casa de madera de Dracena, en el estado brasileño de São Paulo, fue destruida por un incendio. Felizmente no hubo víctimas, al tratarse de una residencia abandonada, pero llamó la atención de los bomberos una imagen de Nuestra Señora Aparecida, encontrada intacta en una habitación completamenteconsumida por las llamas.

Tras los trabajos post-extinción, uno de ellos entró en la casa y se topó con la imagencita en perfecto estado, sin ningún rasguño y mucho menos derretida. “Ha sido un milagro —dijo el bombero—, porque la temperatura era bastante elevadacomo para que la resistiera”

Millones de filipinos participan en el Congreso Eucarístico Internacional

Del 24 al 31 de enero, tuvo lugar en Cebú, Filipinas, el 51º Congreso Eucarístico Internacional, con la presencia de millones de fieles, según calcularon las autoridades. En el primer día del congreso, decenas de miles de personas asistieron a la Eucaristía de apertura, presidida por el legado pontificio, el cardenal Charles Maung Bo, SDB, arzobispo de Yangon, Birmania, quien recordó que “Cristo nos llama a ser sus discípulos, a cargar su cruz”.

En la Misa del día 29, celebrada en los campos del Capitolio Provincial, y en la procesión eucarística participaron más de 1,5 millones de personas. Fue concelebrada por centenas de obispos y presbíteros. Ese día el arzobispo Diarmuid Martín, de Dublín, subrayó que “somos llamados a entender, amar y asimilar el propio amor de Jesús. Nuestras vidas también deben ser ofrecidas en sacrificio. No hay Iglesia sin Eucaristía. La Eucaristía construye a la Iglesia”.

Al día siguiente, sábado, 5.000 mil niños recibieron la Primera Comunión, en el Complejo Deportivo de la Ciudad de Cebú. Particular interés despertaron las palabras del cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, sobre la relación entre la Eucaristía y la Santísima Virgen María.

El domingo, nuevamente más de un millón de fieles se congregaron para la Misa de clausura, durante la cual el cardenal Charles Bo exhortó a los presentes: “Multiplicad sus hijos. Multiplicad sus misiones. Id a Europa y a América. […] El futuro de la Iglesia depende de las familias católicas”.

Entre los prelados que participaron en el encuentro cabe mencionar también, entre otros, a los cardenales Péter Erdő, arzobispo de Esztergom‑Budapest, y Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec, Mons. Óscar Julio Vian Morales, SDB, arzobispo de Guatemala, Mons. Valter Darío Maggi, obispo de Ibarra, Ecuador, y Mons. Pedro Felipe Bacarreza Rodríguez, obispo de Santa María de Los Ángeles de Chile.