Madre del Verbo Encarnado, Virgen Inmaculada, Sagrario vivo de la Eterna Sabiduría, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, te pido humildemente que seas para siempre mi Reina y mi Madre, me pongo bajo tu especial protección y bajo tu dirección.
Me consagro a Jesús en el Santísimo Sacramento por tu intermediación.
Te busco y me uno a Ti porque necesito tu amor, tu auxilio, tu ejemplo y tu gracia; sé que mientras más te ame y te sirva, más amaré y serviré fielmente a Jesús; Madre mía y modelo de los adoradores, sólo Tú me puedes enseñar cómo servir a la Eucaristía con amor y perfección.
¡María! ¡Nuestra Señora del Santísimo Sacramento!
Preséntame al Hijo, para que sea su siervo y perpetuo adorador, dedicado al servicio de la glorificación de la Real Presencia Eucarística. Presenta a Jesús mi espíritu, mi corazón y mi cuerpo, todo mi ser, para que de ahora en adelante yo pertenezca completamente a Cristo, en el tiempo y en la eternidad.
Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, Madre y modelo de los adoradores, ruega por nosotros que recurrimos a Ti. Amén.
(Extraída del libro Nossa Senhora do Santíssimo Sacramento – Um mês com Maria . São Paulo: Factash Editora, 2008.) |