Oración junto al Pesebre

Publicado el 12/30/2019

Aquí está, Señor Jesús, un hijo más de la Iglesia militante traído por la gracia que vuestra Madre celestial, por sus oraciones, obtuvo de Vos. Aquí está este batallador, arrodillado delante de Vos, ante todo para agradeceros.

 

Os agradezco la vida que me disteis, el momento en que creasteis mi alma, el plan eterno que teníais a mi respecto, por el cual debería haber en los designios de Dios, alguien que, dentro de la colección de los hombres, había de ocupar este lugar, por mínimo que fuese, en el enorme mosaico de criaturas humanas destinadas a subir al Cielo.

 

Os agradezco por haber puesto una lucha en mi camino, para que yo pudiese ser héroe, y la fuerza que me disteis para rezar, resistir y apalear al demonio.

 

Os agradezco todos los años de mi vida pasados en vuestra gracia, y aquellos a los que, aunque no transcurridos en vuestra gracia, Vos pusisteis fin y, abandonando el camino de la desgracia, regresé a vuestra amistad.

 

Os agradezco todo lo que hice de difícil para combatir mis defectos, por no haberos impacientado conmigo, y por haberme conservado vivo para que yo aún tuviese tiempo de corregirme antes de morir.

 

Y si quiero haceros un pedido en esta Navidad, Señor Jesús, aquí está, adaptando un poco el versículo de un Salmo que dice “No me llevéis en la mitad de mis días” (Sal 101, 25): No me quitéis los días en medio de mi obra, y concededme que mis ojos no se cierren por la muerte, no falte el vigor a mis músculos, mi alma no pierda su fuerza y agilidad, antes de que yo haya, para vuestra gloria, vencido todos mis defectos, subido todas las alturas interiores que me designasteis que subiese, y haya prestado a Vos, en vuestro campo de batalla, por hechos heroicos, toda la gloria que esperabais de mí cuando me creasteis. Así sea.

 

(Compuesta el 23/12/1988)

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Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

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