Oración para pedir almas que amen la Cruz

Publicado el 04/08/2019

“La Piedad” – Iglesia de Santa

María Mayor, Pontevedra, España

Señor Jesús, Varón de dolores, en vuestra Alma y en vuestro Cuerpo sufristeis todo lo que es posible que un hombre sufra. Contemplo vuestro cuerpo descendido del patíbulo, vuestra humanidad como que aniquilada, y vuestra sangre infinitamente preciosa, vertida hasta la última gota a lo largo de la Pasión.

 

Por todos los siglos de los siglos, representaréis el dolor en el horizonte interior de nuestras almas. El dolor, con todo lo que tiene de noble, de fuerte, de grave, de dulce y de sublime. El dolor elevado del simple ámbito de las consideraciones filosóficas para el firmamento infinito de la Fe. El dolor comprendido en su significado teológico, como expiación necesaria y como medio indispensable de santificación.

 

Por el mérito infinito de vuestra preciosísima sangre, dad a nuestra inteligencia la claridad necesaria para comprender el papel del dolor, y a nuestra voluntad la fuerza para amarlo con toda la sinceridad de nuestras almas.

 

Es solamente por la comprensión del papel del dolor y del misterio de la Cruz que la humanidad podrá salvarse de la crisis tremenda en la cual se está hundiendo, y de las penas eternas que aguardan a los que hasta el último momento permanezcan cerrados a vuestra invitación para recorrer con Vos la vía dolorosa.

 

María Santísima, Madre de los Dolores, por vuestras oraciones obtened que Dios multiplique sobre la Tierra las almas que aman la Cruz. Es esta la gracia de valor incalculable que os pedimos, en el crepúsculo de esta nuestra pobre y estropeada civilización.

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Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

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