¿Qué virtudes hizo florecer la acción de la celestial Señora de Fátima en esos humildes niños?

El Dr. Plinio desvenda algo del Secreto de María, al constatar la victoria del Inmaculado Corazón de María en las almas de los dos videntes de Fátima.

 

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Francisco y Jacinta son los intercesores naturales para pedir y obtener de Nuestra Señora que comience el Reino de María en nosotros desde ahora, por esa transformación misteriosa que constituye el Secreto de María.*

 

Por lo tanto, debemos suplicar insistentemente, tanto a la niña como a él, que comiencen a transformarnos, a darnos los dones que ellos recibieron. Y que ellos velen especialmente sobre aquellos cuya misión es difundir el mensaje de Fátima, vivir del Mensaje de Fátima, como sucede con nosotros.

 

Esta es una razón más para tener una especial devoción a ellos.

 

Los efectos de la acción de María sobre los videntes

 

También es interesante notar el efecto del Secreto de María sobre estos niños. Ellos cambiaron. Pero, ¿cuáles fueron los síntomas exteriores de ese cambio? ¿Cuáles fueron las manifestaciones exteriores de esa transformación? Aquí están indicadas tres cosas: una gran seriedad, espíritu de oración, y espíritu de sacrificio. Por encima de todo, una convicción muy grande de su misión y el deseo de vivir para esa misión, de las cuales provenían esas tres consecuencias.

 

El espíritu de seriedad

 

El espíritu de seriedad. Uds. vieron a Francisco censurar a Lucía por ésta no ser bastante seria y haber aceptado bailar, o sea, hacer aquella pequeña danza portuguesa con las niñas. Y la razón dada por Francisco para reprender a Lucía fue esa:

 

– Tú, que viste aparecer a Nuestra Señora, no deberías participar de esos juegos.

Lucía respondió:

– Pero, ¡al fin y al cabo, me pidieron tanto!

Francisco dijo:

– Pero como ellos saben que a ti se te apareció Nuestra Señora, ellos no te deberían pedir.

 

Como quien dice: “Ellos comprenderán tu negativa, o por lo menos tienen todo para comprender. Si no comprenden, será por culpa de ellos, pero tu deberías haberte negado.”

 

Es la idea de la necesidad de ser muy serio para agradar a Nuestra Señora. No se agrada a Nuestra Señora sin ser muy serio.

 

Y de Francisco, la ficha dice que era lógico, que raciocinaba mucho, con mucha firmeza, en lo que decía respecto a sus deberes. El autor emplea inclusive una palabra utilizada muchas veces hoy en día en sentido peyorativo: era “severo”. Poseía una lógica completa y deducía de su misión que era necesario ser de esa forma: serio, no decir nada inconveniente, actuar correctamente. Por eso no perdía una sola ocasión para dar ejemplo y para proceder de acuerdo a la lógica.

 

Esta seriedad, en las condiciones insignificantes de los niños, los llevaba, más aún, a la combatividad. Jacinta no veía a una persona decir o hacer algo equivocado, sin reprenderla: “¡Eso no está bien!” Y daba el motivo religioso: “¡Dios no debe ser ofendido! Ya está siendo tan ofendido en nuestra época, ¿Ud. quiere ofenderlo aún más? ¿Quiere aumentar algo a esa montaña de pecados que se cometen?”

 

Uds. comprenden cómo la seriedad y la lógica son fruto del Secreto de María. Y si nosotros queremos corresponder a las gracias de Nuestra Señora, debemos actuar de tal forma que seamos serios y lógicos. Y, cuando veamos personas serias y lógicas, tratar, por lo menos, de admirarlas, de acercarnos a ellas, conversar con ellas y dejarnos penetrar por su espíritu.

 

El espíritu de sacrificio

 

Por otro lado, el espíritu de sacrificio. Los dos niños recibieron de Nuestra Señora la noticia de que morirían dentro de un breve plazo. A Francisco lo podía asustar esa noticia, porque le había sido dicho que moriría muy pronto. Ahora bien, la muerte es un castigo impuesto al hombre, y su proximidad, generalmente asusta. Cuando una persona no tiene una gracia especial, se aterroriza ante de la proximidad de la muerte. Francisco vio, alegre, a la muerte aproximarse. Él iba a hacer el sacrificio pedido por Nuestra Señora. No tenía nostalgias de ningún bien de este mundo. Quería ir al Cielo y dejar esta Tierra con la inmolación de su vida por la victoria de la causa católica.

 

Nuestra Señora le pidió a Jacinta algo que, bajo cierto punto de vista, asusta menos. Le pidió que viviese por algún tiempo más. Es el espectro colocado un poco más lejos. Sin embargo, le dijo que viviría más para sufrir. ¿Quién no tiene miedo de una vida de sufrimiento? Y le reveló uno de los sufrimientos que más asusta a los niños: enfermarse lejos de sus padres. Nuestra Señora le dijo: “Tú serás llevada a Lisboa y tu madre te dejará allí.” Por lo tanto, “tú te enfermarás y morirás sin la asistencia de los tuyos”. Y, de hecho, murió sin el socorro materno. Ella también lo aceptó. Me parece que éste es el sacrificio más pesado que se puede pedir a un niño. El Secreto de María la llevó a hacer ese sacrificio.

 

El espíritu de oración

 

Por otro lado, espíritu de oración. Rezaban continuamente. ¿Por qué rezaban? Por la causa católica. Porque rezaban para que Dios no fuese ofendido, para que fuese glorificado, lo cual es la propia esencia de la causa católica. En último análisis, todo consiste en esto: que Dios sea glorificado y no sea ofendido. Ellos tenían eso siempre en mente y rezaban mucho.

 

Pero, ¿cuál fuente les daba ininterrumpidamente ese alimento espiritual? La creencia en la propia misión. La creencia de que se cumpliría en ellos la palabra de Nuestra Señora.

 

Virtudes que debemos pedir a Nuestra Señora por la intercesión de los videntes de Fátima

 

Me parece que quien le pida a Nuestra Señora de Fátima, por la intercesión de ellos, el auxilio para ser fieles a nuestra vocación, le hará una oración especialmente grata. Y podrá recibir favores enormes para ser fiel a la vocación, aún en circunstancias dificilísimas, gracias justamente al Secreto de María.

 

Y nuestra vocación necesita de las cuatro virtudes que ellos practicaron: la virtud básica, creer en nuestra vocación así como ellos creyeron en la de ellos; y, en consecuencia: seriedad, espíritu de sacrificio y espíritu de oración.

 

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* Según la espiritualidad de San Luis Ma. Grignon de Monfort, consiste en la acción misteriosa que opera la Virgen en las almas, como mediadora de las gracias divinas, conduciéndolas a la santidad.

 

(Revista Dr. Plinio, No. 179, febrero de 2013, p. 26-31, Editora Retornarei Ltda., São Paulo. Extraído de conferencia del 13.10.1971)