Proyecto Futuro y Vida

Publicado el 05/18/2019

Miembros de los Heraldos del Evangelio recorren instituciones de enseñanza de distintos países invitando a niños y jóvenes a abrirse a la belleza, a la cultura y al arte. ¿Cuáles son los efectos de esas visitas que tratan, ante todo, transmitir la alegría de los valores cristianos?

 


 

En la residencia de estudiantes de aquel colegio el día empezaba aparentemente como los demás. Se levantaron temprano, tomaron un buen desayuno y se dirigieron a las clases, sin saber que esa mañana la programación escolar iba a ser diferente.

 

Mientras tanto, un grupo de misioneros de los Heraldos del Evangelio de la misma ciudad se reunía en la capilla para consagrar a la Santísima Virgen la actividad apostólica que iban a llevar a cabo. Para el que ha entregado su vida al servicio de Dios no existen días corrientes: cada acto practicado en su honor tiene algo de especial y participa de alguna forma del mandato de Nuestro Señor Jesucristo: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la Creación” (Mc 16, 15).

 

Proyecto Futuro y Vida en

una escuela de Maputo (Mozambique), el 20/7/2018

Cuando los misioneros llegan a la escuela, los alumnos los reciben con sorpresa y curiosidad alentadora. Al verlos sacando sus instrumentos musicales y afinándolos empiezan a preguntarse: “¿Quiénes serán esos jóvenes, vestidos con tan bonito traje y marcados de arriba abajo con una enorme cruz?”. Enseguida sus profesores les dan la noticia de que todos debían enfilar hacia el patio para asistir a un concierto.

 

Sin duda, aquella no sería una mañana corriente…

 

Más que una presentación musical

 

El evento que ese grupo de misioneros promovía forma parte del Proyecto Futuro y Vida, una iniciativa desarrollada por los Heraldos del Evangelio en distintos países de Europa, África y América, principalmente en numerosos estados de Brasil.

 

Inspirándose en el sistema preventivo de San Juan Bosco, miembros de esa asociación visitan colegios de la red municipal, estatal o privada, incentivando a los niños y jóvenes a abrirse a la belleza, a la cultura y al arte, y tratando, sobre todo, de hacerles sentir la alegría de los valores cristianos. Para ello realizan una presentación musical, intercalada con palabras y ejemplos que estimulan la armonía, la elevación de espíritu y el respeto mutuo.

 

Tras el concierto, los estudiantes son invitados a participar en los cursos de música, teatro y deportes impartidos los fines de semana en la casa de formación que sirve de base para el proyecto.

 

Manifestaciones de gratitud por ese apostolado con la juventud nos llegan de todas partes. Profesores, personal no docente, padres e incluso exalumnos recuerdan con añoranza los momentos vividos durante su participación en el proyecto. Dan testimonio de cómo las buenas semillas echadas en el corazón de los estudiantes pueden dar frutos capaces de orientarlos a lo largo de toda su vida.

 

Así lo reconoce la Prof.ª Olympia David, de Nova Friburgo (estado de Río de Janeiro), al comentar la didáctica empleada: “Mi impresión era de perfección, admirable actitud en que los valores morales están aliados a la alegría. Sin duda, dejaron el ejemplo de que servir a Dios es placentero y empaparse de esos sentimientos sólo engrandece al alma humana. Sed siempre bienvenidos”.

 

Reforzando esa nota de alegría, la Prof.ª Gislaine de Oliveira, de Maringá (estado de Paraná), agrega: “Los alumnos quedaron animados, impresionados y también tomados por una alegría y ternura nunca antes vistas”.

 

“Disciplina, armonía, respeto”

 

Durante las actividades del proyecto se intenta presentar de forma atrayente la belleza de la disciplina y del estudio bien llevado, y esto llama la atención de muchos docentes que pudieron constatar la diferencia de actitud de los alumnos ya en las clases después del concierto.

 

Así lo atestigua la Prof.ª Adriana Horbelt, de Vila Velha (estado de Espírito Santo): “El proyecto tiene un objetivo que la educación y los profesores desean: alcanzar la tranquilidad para efectuar un trabajo mejor. Los alumnos estuvieron bastante interesados y atentos a la presentación y calmos durante las clases después del concierto”.

 

En ese mismo sentido, la Prof.ª Luana Oliveira, de Brasilia (D. F.), afirma: “El proyecto tuvo un impacto muy positivo, en primer lugar, por las enseñanzas que deben ser trasladadas a la vida: disciplina, armonía, respeto. Y nuestro papel como profesores es dar continuidad a esos tres pasos. Enhorabuena por el proyecto que nos ha traído paz y enseñanzas para vivir en sociedad”.

 

Yendo un poco más lejos, la Prof.ª Cele Cristina Sousa, de la misma ciudad, comenta: “Nuestras escuelas necesitan iniciativas maravillosas como esta. La música asociada a lo pedagógico es excelente, pues proporciona a los alumnos varias vertientes para el aprendizaje. Estoy maravillada al ver cómo la música bien interpretada puede llegar a emocionarnos. Desearía de veras más momentos inolvidables como este. Felicidades, vosotros marcáis realmente la diferencia”.

 

Paz, esperanza y tranquilidad para los jóvenes de África

 

Igualmente, los benéficos frutos del Proyecto Futuro y Vida se sienten fuera de Brasil. Respetando siempre las peculiaridades de cada pueblo, en todos los lugares es desarrollado con el mismo objetivo y la misma tónica: infundir la alegría de practicar el bien.

 

En África, por ejemplo, los Heraldos vienen realizándolo con mucho éxito en los colegios de Maputo y alrededores.

 

El Prof. Armando Eduardo Tivane, que da clases de Francés en varias escuelas de la capital mozambiqueña, manifiesta así su contentamiento: “Conocí a los Heraldos del Evangelio en varias de sus misiones, entre las que destaca el Proyecto Futuro y Vida, a través del cual transmiten algo casi imposible de explicar con palabras. Además de presentarnos sus actividades, comunican a todos los circunstantes paz, esperanza, tranquilidad y amor. Puntos que son de una lamentable carencia en este mundo que cada día va perdiendo valores éticos y morales”.

 

Y concluye su testimonio con un llamamiento a los promotores del proyecto: “No podría dejar de agradecer a los inspiradores, coordinadores y colaboradores del Proyecto Futuro y Vida el hecho de haberlo extendido hasta nuestro continente, llamado de la esperanza, y pedirles que continúen velando no sólo por nuestros niños, sino por todos nosotros.

 

Pues en ciertos momentos de la vida nos sentimos como ovejas sin pastor. Un fuerte y caluroso kanimambo (muchas gracias)”.

 

“Mozambique necesita de proyectos como este”

 

También desde África nos escribe el Prof. Armando Rui Pedro Ouana: “Con mucha gratitud me dirijo a los Heraldos del Evangelio por su Proyecto Futuro y Vida, cuya finalidad es educar a los niños según las exigencias de la moral cristiana; es un proyecto que sueña por ver a niños bien educados, que respeten a sus padres y las normas de convivencia social, en fin, que sirvan para el mañana.

 

“Se destaca por la música, pero comporta varias actividades que proporcionan un ambiente sano para nuestros alumnos. El proyecto sirve como prueba de que es posible vivir en un mundo globalizado y saber abdicar de las prácticas que atormentan a la sociedad.

 

“Son muchos los niños que tiene la oportunidad de hacer esta experiencia de vida y los resultados son inéditos, pues empiezan a destacar, en medio de tantos otros, por el respeto, la dedicación a los estudios, los buenos modales, entre varias acciones posibles de presenciarlas.

 

Proyecto Futuro y Vida en el Colegio

Vinicius de Moraes, Jaboatão dos

Guararapes (Brasil)

“Dios quiera que esa iniciativa perdure por siempre y que los Heraldos del Evangelio ganen más fuerza, pues Mozambique necesita de proyectos como ese. Que Dios les dé muchos años de vida a los tutores de dicha iniciativa para que continúen formando niños que no se vuelvan ciegos a los males de la sociedad y reaccionen de manera sabia y sostenible, sirviendo de modelo a otros. ¡Qué bien que exista el Proyecto Futuro y Vida!”.

 

¡Que María sea la Reina de nuestros corazones!

 

En la mayoría de las veces, la dirección del centro de enseñanza pide que la visita vaya acompañada de la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María. En ese caso, forma parte del programa la entrada de la Virgen en cortejo hasta el salón de actos, la capilla o el patio principal de la escuela, donde son consagrados a Ella el establecimiento y los estudios allí realizados.

 

Emocionada con las gracias recibidas tras la ceremonia, la Prof.ª María Lourdes Torres, de Asunción, Paraguay, así se expresa: “Me pareció muy interesante dar a conocer las actividades y el carisma de los Heraldos del Evangelio y enseñar a los niños y niñas la importancia de la oración del Santo Rosario y de que María sea la Reina de nuestros corazones. A través de la música los Heraldos llevan la alegría a los corazones de los jóvenes, los apartan de los vicios, los instruyen, los ayudan a expresar sus sentimientos, emociones y sueños, canalizan sus energías y orientan sus sufrimientos. Agradezco el esfuerzo, el interés y el tiempo que dedicaron para la realización de esa actividad en nuestro colegio”.

 

También de Paraguay, esta vez de la ciudad de Luque, escribe la Prof.ª Teresa Giménez de Ayala, quien destaca: “Este tipo de proyecto hace falta para los jóvenes de hoy, a fin de que no caigan en las drogas y en el alcoholismo, y ocupen bien su tiempo libre”. Y de Cuenca, Ecuador, la Prof.ª Elsa Bermeo declara: “La alegría y motivación que los jóvenes demostraron después de las visitas de la Santísima Virgen a nuestra institución, muestran con claridad la necesidad y el ávido deseo de llenar vacíos a través del amor a Ella”.

 

Beneficios para toda la familia

 

Bien sabemos que la educación de los hijos constituye un constante punto de preocupación para los padres. Malas amistades, ejemplos inconvenientes y consejos errados están siempre en el camino de los jóvenes, siendo motivo de aprensión para sus progenitores. Por eso, numerosas familias agradecen al Proyecto Futuro y Vida el apoyo recibido.

 

Así lo hace, por ejemplo, Simone Reis, madre de un alumno que frecuenta las actividades de los Heraldos de Juiz de Fora (estado de Minas Gerais, Brasil): “La forma de interacción y compañerismo de los miembros es algo maravilloso en la convivencia con las familias y niños. Despiertan en nosotros la voluntad de ser iguales a ellos, descubriendo lo que somos y lo que podemos ser y hacer por el otro. No tengo cómo no registrar que si el mundo tuviera más heraldos las personas serían más felices y realizadas”.

 

En muchos casos, los beneficios no se restringen sólo a los hijos, sino que se extienden a la familia entera, conforme lo atestigua Valdinei Alburguete, de Curitiba (capital del estado de Paraná): “Por una gracia singular, en noviembre de 2017 conocimos a los Heraldos del Evangelio a través del Proyecto Fututo y Vida. A partir de ahí todo empezó a cambiar en nuestra familia. Nos consagramos a la Virgen Santísima, y nuestra devoción, que ya existía, alcanzó proporciones aún mayores. Encontramos en los Heraldos el amor y devoción a María, el respeto a la Santa Misa y al Santísimo Sacramento que nunca habíamos presenciado”.

 

Proyecto Futuro y Vida en el Colegio

Agustiniano Tagaste, Bogotá (Colombia)

Y concluye: “Nuestra Señora nos ha ayudado cada día a renunciar lo que no viene de Dios y a practicar las virtudes. La convivencia con las familias y el ambiente de las casas de los Heraldos contribuyen para que eso ocurra. Le agradecemos a Dios el habernos mostrado ese camino, a la Virgen Santísima el cuidado y amor con nuestra familia, a las hermanas y los sacerdotes su celo y empeño, y a Mons. João que, por su fidelidad y obediencia a la voluntad de Dios, ha proporcionado esta experiencia a muchas personas”.

 

“Yo jamás me olvidaré de ustedes”

 

El corazón de una madre y de un padre se enternece al ver a su hijo acatar un buen consejo paterno y proceder conforme le ha sido enseñado. Mayor, sin embargo, es la alegría de ver a su hijo perseverando en el camino cierto, haciendo que, ya en la edad adulta, la buena educación recibida de sus padres continúe resonando en sus actos. Similar satisfacción brota en las almas de los misioneros heraldos al encontrar a personas que, después de años, conservan las saudades y enseñanzas recibidas en el corto, pero valioso, tiempo que frecuentaron el Proyecto Futuro y Vida.

 

La joven Annatercia Gomes Pinheiro, que participó hace diez años en las actividades ofrecidas por el proyecto, quiso dejar su testimonio en uno de los blogs de la institución: “Últimamente todo lo que mi corazón ha procurado es refugio en los brazos de la Virgen. Y felizmente, él ha encontrado consuelo. En una de esas búsquedas desesperadas de textos, oraciones y mensajes bendecidos, los encontré en este blog. Es un placer inmenso poder rever ese trabajo lindo, que por breve período hizo parte de mi vida, pero que me marcó mucho. Lugar bendecido, la sede, donde me divertí, conocí a gente increíble, que realmente aportan valores… Un lugar que me puso en contacto con Dios y que tanto me enseñó.

 

“Tal vez no se acuerden de mí, pero yo jamás me olvidaré de ustedes. Incluso, de vez en cuando canto en voz baja esta canción: ‘Todos los fines de semana, en un buen y cierto lugar, hasta parece un sueño, lo que se puede encontrar, amistad fiel, ambiente de paz, ¡todo eso es fenomenal! Almas llenas de fe, gritando y cantando, ¡el proyecto es especial!’. Nunca lo olvido. No abandonen el proyecto. ¡Es formidable! Parece locura, pero con 11 años conocí ese lugar mágico y aprendí esa canción, y hoy, con 21, aún la canto. ¡Cuántas saudades!”.

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Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

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