Consejos de San Juan Bosco para ser más devotos de María Santísima

Publicado el 06/07/2023

Amad, pues, a esta vuestra Madre celestial; acudid a ella de corazón, y estad ciertos de que cuantas gracias le pidáis os serán concedidas, siempre que no redunden en perjuicio de vuestras almas.

San Juan Bosco

La devoción y el amor a María Santísima es una gran defensa, hijos míos, y un arma poderosa contra las asechanzas del demonio.

Oíd la voz de esta buena Madre, que os dice; Siquis est parvulus, veniat ad me: El que es niño, que venga a mí. Ella nos asegura que si somos sus devotos, nos colocará en el número de sus hijos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo, y para el otro nos asegura el paraíso.

Amad, pues, a esta vuestra Madre celestial; acudid a ella de corazón, y estad ciertos de que cuantas gracias le pidáis os serán concedidas, siempre que no redunden en perjuicio de vuestras almas.

Debéis, además, pedir con perseverancia estas gracias especiales, que son de absoluta necesidad para todos, pero particularmente para los jóvenes, a saber: La primera, que os ayude para no cometer ningún pecado mortal en toda vuestra vida. Las demás gracias, sin ella, carecerían de valor.

¿Sabéis qué quiere decir caer en pecado mortal? Quiere decir renunciar al título de hijo de Dios, para ser esclavo de Satanás; perder aquella belleza que ante los ojos de Dios nos hace tan hermosos como los ángeles, para ser semejantes a los demonios; perder todos los méritos ya adquiridos para la vida eterna; quiere decir estar expuestos a ser precipitados a cada momento en el infierno; quiere decir inferir una enorme injuria a la Bondad infinita, lo cual es el mayor mal que pueda imaginarse.

Aun cuando María Santísima os obtuviera muchas gracias, de nada servirían si no os consiguiera la de no caer en pecado mortal. Esto debéis implorarle mañana y tarde y en todos vuestros ejercicios de piedad.

La segunda es conservar la preciosa virtud de la pureza, de que ya os he hablado. Si conserváis intacto ese precioso tesoro, seréis semejantes a los ángeles y vuestro ángel de la guarda os mirará como hermano y se complacerá en vuestra compañía.

Estas gracias son las más necesarias a vuestra edad, y bastarán para encaminaros en la senda por la cual llegaréis a ser hombres respetables en la edad madura y a obtener la gloria eterna, que María concede indudablemente a sus devotos. ¿Qué obsequio le ofreceréis para obtener estas gracias? Si podéis, rezad el Santo Rosario, o al menos no os olvidéis nunca de rezar cada día tres avemarías con la jaculatoria “¡Madre querida, Virgen María, haced que yo salve el alma mía!”.

Tomado del libro, La juventud instruída, Art. 4, pp. 15-16

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Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

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