Plinio Corrêa de Oliveira.
San Francisco de Sales fue el anti calvinista, el anti jansenista por excelencia. Luchó contra esa forma rígida de piedad protestante que nos quería presentar un Dios justo, sin embargo, malo, y que está loco por decir: “¡Ahora te tengo! Pecaste y pagarás, ¿estás entendiendo?”
De ahí todos los rigores horrorosos del calvinismo, el cual hizo un gran mal en Europa.
Doctor de la dulzura y de la suavidad, San Francisco de Sales tenía un verdadero carisma para hacer sentir los aspectos dulces de la Religión Católica y para llevar a las almas, a través de la dulzura, a realizar verdaderos sacrificios, mayores y más numerosas penitencias de las que los jansenistas imponían a sus secuaces.
(Extraído de conferencia de 27/02/1966)