El Secreto de María

Publicado el 03/21/2022

Monseñor João Clá Dias

Fundador de los Heraldos del Evangelio

Tal auge de vitalidad sobrenatural hará de la Iglesia y de la sociedad una imagen del Cuerpo glorioso de Cristo. Substancialmente será siempre o mismo e único Cuerpo Místico, pero él estará adornado de cualidades nuevas, las cuales le darán una luz muy intensa. De su parte, los hombres continuarán sujetos a las malas tendencias engendradas por el pecado original; y es de esperarse que en la mayoría de los casos, estas tendencias permanecerán sometidas a la razón iluminada por la fe, como resultado de una moción extraordinaria de la gracia, concedida por la misericordia divina.

Para lograr ese grado de santificación y renovación de su Esposa Mística [La Iglesia], Nuestro Señor realizará en favor de la humanidad, algo similar a lo sucedido con los discípulos en los días posteriores a la Pascua de Resurrección (cf. Lc 24, 45).

Entonces, se desvendará el Secreto de María, que consiste en una verdad conocida, pero no enteramente amada y comprendida. En este sentido, el Dr. Plinio afirma:

Yo tengo la impresión no puedo tener la certeza, que el Secreto de María será una luz nueva sobre una verdad ya manifestada, pero cuya interpretación quedará evidente en esa época de la Historia.

Tal verdad contenida en la revelación oficial, hablaría acerca de la propia esencia de Dios y, a partir de ella, sobre las relaciones de Dios con Nuestra Señora, con la Iglesia y con todas las almas.

En consecuencia, las relaciones de los hombres con el universo en el ámbito cultural, político, social y económico – seria condicionado a fondo por este dato nuevo, sobre el cual incidiría una luz especial”.1

El Secreto de María no se limitará, por lo tanto, a la simple asimilación de una verdad, aunque ésta sea necesaria dado que no se ama lo que no se conoce. La noción clara a respecto de María abrasará el corazón de amor, devoción y piedad, de la misma manera que lo sintieron los Discípulos de Emaús cuando caminaban con el Divino Maestro.

¿No se nos abrasaba el corazón cuando Él nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras? (Lc 24, 32).

Por una acción de la gracia, ese conocimiento vendrá acompañado de un crecimiento en el amor, la devoción y la piedad para con [María Santísima], que redundará, conforme indica el Dr. Plinio, en una cierta unión de pensamientos y de caminos con María, y por Ella, con Jesús, que ahora no entendemos cómo podrá ser. Se trata de algo sublime y misterioso.2

La plena revelación de ese Secreto abrirá las mentes y los corazones para dos aspectos específicos de Nuestra Señora. De un lado, se verificará una enorme profundización en la comprensión de sus relaciones con las Tres Personas Divinas, como hemos mencionado arriba. A la luz de esta convivencia, el entrelazamiento entre las almas alcanzará tal tenor que, como explica el Dr. Plinio “se establecería una especie de paz y de tranquilidad entre los hombres, dando lugar a una nueva civilización3. Y, de modo especial, “se inauguraa un relacionamiento con los Corazones de Jesús e de María, marcado por una nota de intimidad como antes no existía4.

Por otro lado, en virtud de un desarrollo teológico favorecido por gracias insignes y quizás por dones místicos, quedará patente la Mediación Universal de Nuestra Señora y su papel en la salvación de los hombres, colocando de manifiesto la súper excelencia de su santidad.

En consecuencia, saldrá a la luz el enigmático proceso revolucionario y los falsos profetas que lo sustentan, los cuales envolvieron en tinieblas a la propia Iglesia.

Resalta el Dr. Plinio que esa nueva comprensión abriría para los hombres tal amplitud de gracias, daría un carácter tan filial y al mismo tiempo tan humilde al vínculo con Ella, que elevaría el nivel de piedad de los fieles, y ‘a fortiori’, del clero, a una altura vagamente presentida solo por los siglos anteriores. Así, llegado el momento de la Revelación del Secreto de María, nuestras esperanzas de santidad se multiplicarán por un millón”5.

A partir de este copioso flujo sobrenatural, se verán claramente los extremos de bien y de mal que la criatura racional puede alcanzar. En efecto, después del pecado original hay cierta tendencia de creer que la maldad humana no es tan grave ni tan perniciosa y que el bien no necesita brillar con todo su esplendor ni merece especial respeto y veneración.

Por causa de este defecto, las almas carecen de la noción verdadera acerca de la grandeza de la Redención operada por Nuestro Señor y de la Corredención de María.

Por lo tanto, hará parte del Secreto de María una percepción seria, profunda y extrema de los actos humanos a la luz de la mirada del propio Dios, que iluminó la visión de la Santísima Virgen en un grado encima de cualquier consideración.

Como consecuencia, el bien será exaltado como nunca, el mal execrado hasta las últimas consecuencias. A medida que esa era bendita progrese y se acerque a su apogeo, estarán sentadas las bases para que la honra debida al Creador sea dada por completo, y así, se ponga un fin glorioso a la Historia.

Tomado del Libro Maria Santíssima! O Paraíso de Deus revelado aos homens– III – Maria, eixo da História, Capítulo 5, pp.124-128

Notas:

1CORRÊA DE OLIVEIRA, Plinio. Palestra. São Paulo, 28 jul. 1980

2 CORRÊA DE OLIVEIRA, Plinio. Palestra. São Paulo, 30 ago. 1986.

3 Idem, ibidem.

4 Idem, ibidem.

5 CORRÊA DE OLIVEIRA, Plinio. Conversa. São Paulo, 28 abr. 1987.

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