En honor de la victoria de la Cruz

Publicado el 06/10/2023

Cúspide y centro del Año litúrgico, las celebraciones del Triduo Pascual son ocasión de especiales gracias para los fieles que en ellas participan.

En la misa vespertina de la Cena del Señor, el Jueves Santo, la Iglesia expresa su gratitud por la institución de la Eucaristía y del sacerdocio, que se manifiesta con particular solemnidad en el traslado del Santísimo Sacramento hasta el Monumento. 

Sin embargo, una nota de gravedad y tristeza se hace sentir al final de la ceremonia con el despojo del altarel cual marca el comienzo de los sufrimientos del Salvador. La postración del sacerdote abre la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes Santoque culmina con la adoración de la Santa Cruz, bañada por la sangre redentora. Nada es comparable, no obstante, al júbilo de la Iglesia al conmemorar la Resurrección de Jesús en la Vigilia Pascual. La ceremonia comienza con la bendición del fuego nuevo y la procesión del cirio pascual, símbolo de Cristo, Luz que vence las tinieblas del pecado. Este día es la ocasión especialmente propicia para el Bautismo de los catecúmenos. Y las alegrías del Domingo de Pascua abarcan incluso la distribución de huevos de chocolate entre los niños.

Reproducimos aspectos de las ceremonias realizadas por los Heraldos del Evangelio entre los días 6 y 9 de abril en la basílica de Nuestra Señora del Rosario, de Caieiras (Brasil); en la basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, de Cotia (Brasil); en el monasterio de San José de Jesús María, de Madrid; en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, de Tocancipá (Colombia); en la iglesia de la Madre del Buen Consejo, de Ypacaraí (Paraguay); en el oratorio de Nuestra Señora de Fátima y en la capilla de Santa Inés, de Mairiporã (Brasil); en la comunidad de San José de Matola-Gare, Matola (Mozambique); y en la casa de los Heraldos de Guimarães (Portugal).

También destacan el viacrucis procesional realizado en la casa de los Heraldos de Guatemala, así como las procesiones del Cristo yacente que recorrieron el convento de las Descalzas Reales, de Madrid, y las calles de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de Medellín, Colombia.

Despojo del altar. Oratorio de Nuestra Señora de Fátima, Mairipora – Brasil

Adoración a Jesús Sacramentado en el monumento. Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Caieiras – Brasil

Basílica de Nuestra Señora del Rosario (Prostración del sacerdote) – Caieiras, Brasil

Entrada de la Cruz para la adoración el Viernes Santo. Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, Tocancipá – Colombia

Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (Procesión del Cristo yacente) – Medellín, Colombia

Casa de los Heraldos (Viacrucis procesional) -San José Pinula, Guatemala

Convento de las Descalzas Reales (Procesión del Cristo yacente) – Madrid, España

Oratorio de Nuestra Señora de Fátima (Bendición del fuego nuevo) – Mairiporã, Brasil

Iglesia de la Madre del Buen Consejo (Procesión del cirio pascual) – Ypacaraí, Paraguay

Bautismo en la Vigilia Pascual. Matola-Gare, Mozambique

Misa de Pascua- Matola-Gare, Mozambique

Distribución de huevos de Pascua – Capilla de Santa Inés, Mairiporã – Brasil

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Los Caballeros de la Virgen

“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y colaborar con la “La Nueva Evangelización” , la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos. Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

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