Colombia – Del 23 al 25 de septiembre, treinta y dos sacerdotes de diferentes regiones del país participaron en el III Encuentro Sacerdotal Mariano, realizado en el complejo de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, de Tocancipá (foto 2). Las conferencias, que versaron en torno al tema «In persona Christi et totus Mariæ», fueron impartidas por el P. Felipe de Azevedo Ramos, EP (foto 1). El encuentro contó también con la participación de Mons. Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá (foto 3). Ese mismo mes, miembros del Apostolado del Oratorio María, Reina de los Corazones se reunieron en la mencionada iglesia para un congreso nacional más (fotos 4 a 6).
Perú – Un intenso programa, culminado con la misa, marcó el 14 de septiembre la celebración de la Exaltación de la Santa Cruz en los terrenos del futuro centro mariano de los heraldos, situado en el distrito de Asia (foto 1). Días antes, la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María visitó el colegio Madre del Buen Consejo, de Piura (fotos 2 y 3).
Inauguración del órgano
El día 21 de septiembre, durante una concelebración solemne, fue inaugurado el órgano de la basílica de Nuestra Señora del Rosario, de Caieiras (Brasil). Tras la homilía, se procedió a la bendición del instrumento —que consta de 48 registros, tres teclados y 3.190 tubos—, seguida de la aspersión, la incensación y la ceremonia de «despertar», en la que el órgano, hasta entonces silencioso, sonaba por primera vez en el recinto sagrado. Después de la misa, los presentes disfrutaron de un concierto inaugural, que contó con la participación de tres organistas: la Hna. Priscilla Stephanie Lourenço Cerqueira, EP, y el matrimonio propietario de la compañía Kreienbrink, responsable de la construcción e instalación del órgano, Kirsten Schweimler-Kreienbrink y Joachim Kreienbrink.
Brasil – La parroquia Jesús Buen Pastor, situada en Cidade Estrutural (Distrito Federal), celebró la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el 14 de septiembre, con una misa al aire libre. A la solemne eucaristía asistieron numerosos fieles, que pudieron venerar un fragmento de la verdadera cruz de Cristo, colocado en un hermoso relicario.