En declaraciones recogidas en el National Catholic Register, el P. John Harth, portavoz de la Conferencia Internacional de Capellanes de la Policía, puso de relieve la creciente demanda de auxilio espiritual por parte de los cuerpos de seguridad en Estados Unidos, que diversas iniciativas tratan de atender.
Entre ellas, el periódico menciona el programa “¿Estás bien?”, de Nueva York, por medio del cual los capellanes hacen saber a los policías que están a su disposición para ayudarles. Por otra parte, el diácono Mark Byington, ex policía con casi dos décadas de experiencia y profesor de Criminología de la Universidad de Jefferson, organizó en la ciudad de Hillsboro del 2 al 4 de noviembre el primer retiro para policías, con el objetivo de auxiliar a los que están pasando por dificultades.
En Oklahoma, el capitán Rhett Brotherton, del Departamento Policial de Homicidios, afirma haber observado que los oficiales que viven su fe y confían en la Iglesia, en general tienen mejores criterios, son más compasivos y disfrutan de una mejor vida familiar. Los policías, según él, necesitan del apoyo, de los sacramentos y del ministerio de la Iglesia.
Y añade: “La confesión frecuente y la adoración son firmes puntos de apoyo para mí, que me protegen de contaminarme con el mal en el cual ando inmerso. Definitivamente no quiero
vivir en pecado mortal”.
Tomado de la Revista Heraldos del Evangelio n°150, pp. 44