Plinio Corrêa de Oliveira
La felicidad se encuentra en la pureza, en la sobriedad, en el gobierno completo de sí mismo, en aquel estado de alma magnífico del cual habla el epitafio de Fray Antonio de Santa Ana Galvão:
“Qui animam suam in manibus suis semper tenens, placide obdormivit in Domino… – Que, teniendo siempre su propia alma en sus manos, durmió en paz en el Señor…”
Es más importante que el hombre sea señor de su alma que conquistar imperios, ser dueño de parques industriales, de conjuntos bancarios, volverse una celebridad o cualquier otra cosa. Tener el alma en las manos, eso consiguió el humildísimo Fray Galvão.
(Extraído de conferencia del 15/12/1984)