Madre mía, yo sé que soy tal que, si fuese sólo por mí, acabaría separándome de ti. Pero sé que eres tan insondablemente buena y poderosa que puedes impedir que me separe de ti. Entonces, mi confianza en ser fiel resulta, Madre mía, esencialmente de esto: No permitas jamás que me separe de ti.
Tengo certeza de que, como nunca se ha oído decir que habiendo alguien recurrido a tu protección e implorado tu auxilio, fuese desamparado, esta súplica mía tampoco dejará de ser oída.
Oración compuesta por el Dr. Plinio el 12/6/1971