Oh Corazón Inmaculado de María, os suplico que, durante esta visita, realizada a fin de atraer almas para vuestro Divino Hijo, mováis mi alma de manera que yo sólo diga, haga y tome actitudes que Vos queréis.

Preparad a las almas para recibir mi visita, alejad de ellas a los demonios, enviad a los Ángeles y escuchad las oraciones de los Santos patronos de ese lugar y de las personas que se encuentran en él.

Oh Señora mía, actuad sobre aquellos que más especialmente deseáis llamar para vuestra familia de almas, de manera que, con firmeza, presteza y generosidad acudan a vuestra gracia.

Sobre todo, alejad de mí cualquier amor propio delante de los éxitos y de las derrotas que pueda sufrir.

Santo Ángel de mi Guarda y Santos protectores míos, terminada la visita, hacedme ver las fallas que cometí, deplorarlas y corregirlas. Obtenedme el perdón de mis faltas y libradme del desánimo o de las agitaciones del optimismo.

Y Vos, oh Madre mía, dadme vuestra bendición, vuestro perdón, vuestro afecto, vuestra paz y vuestra indomable fuerza de alma, para que yo actúe siempre más y venga a nosotros vuestro Reino. Amén.

Oración compuesta por el Dr. Plinio el 23/10/1971