
Considerando que un alma nos ayuda en el Cielo, sobre todo para practicar las virtudes de las cuales dio especial ejemplo en la Tierra, y para la victoria contra las dificultades que en esta vida tuvo que enfrentar, os pido, oh Madre mía, que me concedáis la gracia de la admirable y ejemplar serenidad de ánimo de la cual disteis prueba, incluso en los lances más trágicos de vuestra vida.
Por lo tanto, delante de las aprensiones más negras, de los abandonos más crueles, de los tratos más injustos, ayudadme a mantenerme recogido, distante de los acontecimientos que puedan perturbarme y sacar mi alma de la serenidad en la cual recibe las gracias celestiales. Amén.
Oración compuesta por el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira