
Por su Sabiduría, Nuestra Señora midió toda la grandeza de Dios, y se alegró en eso; por otro lado, consideró su pequeñez. ¡Es un poema de Contra-Revolución! La esclava que se encanta por ver que el Señor es infinitamente superior a Ella, y del fondo de su nada lo glorifica.
Plinio Corrêa de Oliveira
Qué es la sapiencialidad del Corazón de María? La Sabiduría es uno de los dones del Espíritu Santo que, actuando sobre la inteligencia, nos hace ver a todas las creaturas en sus aspectos más elevados, a través de los cuales ellas se asemejan más al Creador.
Considerando así el universo, la mente humana adquiere una unidad admirable y una coherencia extraordinaria: nada de contradicción, dilaceración o duda, sino certeza, fe, convicción, firmeza desde los principios más altos hasta las cosas menores.
La inteligencia, soberanamente límpida y lúcida, porque está llena de convicción de la existencia de Dios, se vuelve sumamente coherente, y la voluntad fuerte y firme se vuelve constantemente para el fin que debe tener en vista. Así, el don de Sabiduría alimenta todas las virtudes y ancla el alma en el primer Mandamiento de la Ley de Dios.
El Corazón de María es soberanamente elevado, serio, profundo, porque es
sapiencial. La Santísima Virgen es el vaso de elección en el cual posó el Espíritu Santo para ahí engendrar a Nuestro Señor Jesucristo. Y el único himno que conocemos como proferido por Ella en su vida terrena es una verdadera maravilla de Sabiduría: el Magnificat.
Por su Sabiduría, Nuestra Señora midió toda la grandeza de Dios, y se alegró en eso; por otro lado, consideró su pequeñez. ¡Es un poema de Contra-Revolución! La esclava que se encanta por ver que el Señor es infinitamente superior a Ella, y del fondo de su nada lo glorifica.
He aquí la verdadera humildad que ama su lugar inferior, adorando la grandeza que la eleva. He aquí el Sapiencial e Inmaculado Corazón de María…