Plinio Corrêa de Oliveira

La Santísima Virgen – Convento de Nevers, Francia
Oh María Santísima, considerando todo lo que el Rey Luis XVI sufrió por haber sido débil, nosotros os pedimos que nos obtengáis la gracia de jamás ser flojos frente a la Revolución, y que no perdamos una sola ocasión de combatirla implacablemente. Obtenednos la gracia de emplear todos los medios para contener el ímpetu de la Revolución, para aniquilarla y hacer vencer, por todas partes, a la Santa Iglesia y a la Civilización Cristiana, y que así venzáis Vos, oh Reina del Cielo y de la Tierra, cuya victoria es necesariamente y de modo espléndido el triunfo de vuestro Divino Hijo.
Oh Santísima Virgen, mandad que se aceleren los acontecimientos previstos por Vos en Fátima, a fin de que la presente época de reinado de la Revolución satánica e igualitaria – de la cual la ejecución de Luis XVI fue un lance característico y pungente– cese cuanto antes y baje sobre nosotros vuestro Reino, para que venga a nosotros el Reino de Jesús. No para ser el reino de los perezosos y de los relajados, sino de los héroes que luchan como gigantes, porque la gracia y las virtudes cristianas, sobre todo la pureza, la fortaleza y la humildad, los nimbaron como una corona y ellos supieron ser, al mismo tiempo, terribles en la hora de la batalla, desprendidos y desapegados en la hora de la victoria. Así sea.
(Compuesta el 8/2/1993)