Difícil es, si no imposible, determinar con certeza cuándo y por quién fue fundado el primer hospital.
Se sabe, eso sí, que no existían en la Roma o en la Grecia clásicas, y que en la segunda mitad del siglo IV los obispos de la Iglesia bizantina crearon instituciones caritativas, algunas de las cuales enseguida se transformaron en hospitales.
El primer hospital registrado documentalmente fue el fundado por el obispo San Basilio Magno en Cesarea de Capadocia, en el año 370. El segundo, se debe a la iniciativa de Santa Fabiola (†399), ilustre patricia romana que gastó su inmensa fortuna en obras de caridad, entre ellas la fundación de un hospital en Roma. Al parecer, también fue la primera que
dedicó su vida al serviciode los enfermos: salía a buscarlos por las calles
de Roma para llevarlos al hospital y los atendía personalmente.
A estas dos instituciones pioneras le siguieron muchas otras. Gran fama adquirió, por ejemplo, el Hôtel-Dieu de París, fundado en el 651 por el obispo San Landerico, fue el único hospital de la capital francesa.