Al haber sido santificado en el seno de Santa Isabel por la palabra de Nuestra Señora, se ve que Ella le comunicó allí, misteriosamente, su espíritu.
Plinio Corrêa de Oliveira
Uno de los medios bonitos para conocer el espíritu y el Inmaculado Corazón de María consiste en estudiar la vida de San Juan Bautista. Al haber sido santificado en el seno de Santa Isabel por la palabra de Nuestra Señora, se ve que Ella le comunicó allí, misteriosamente, su espíritu. Y todo lo que el Precursor realizó en su vida era una consecuencia de esa gracia inicial recibida y constantemente intensificada, a ruegos de Ella.
Luego podemos ver a San Juan Bautista como un asceta austero, predicador del Cordero de Dios que está por venir, y como un héroe que enfrenta a Herodes y muere como mártir, sublime en grandeza y en serenidad. Es una de las facetas del espíritu de María.