
Madre mía, ¡es Navidad! Hoy, más que nunca, obtendréis lo que pidáis a vuestro Divino Hijo. Pedidme de regalo a él, Madre mía. Yo sé que no vale la pena, pero si Vos quisieres, valdrá. Porque si Nuestro Señor me entregase a Vos, Él me llenará de regalos. Aunque yo sea un harapiento despojado de méritos, simplemente por vuestro “sí” seré revestido por el Niño Dios como un príncipe, para así perteneceros para siempre. Por lo tanto, Madre mía, pedidme a Él.
Oración compuesta por el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira el 25/12/1987