La atmósfera de Navidad es dulce: las músicas, los adornos, el sabor de las comidas… Incluso la letra de ciertas canciones usa la expresión “dulce Jesús” para referirse al divino Infante.
En el 2012, un pastelero de la ciudad siciliana de Castelbuono, llamado Nicola Fiasconaro, quiso imprimir con su propio estilo esa nota dedulzura en la costumbre navideña de montar belenes, usando chocolate para confeccionarlos. El modelo que eligió fue la Natividad, de Antonello Gagini, venerada en la parroquia de San Juan y San Pablo de la ciudad de Pollina, de la que hizo una copia a pequeña escala.
Los personajes de la Sagrada Familia —Jesús, María y José— fue- ron moldeados en chocolate blanco y adornados con detalles azules y dorados, todo en material comestible.
El fondo de la escena también es de chocolate blanco, imitando el nicho original de la escultura.
Los hermanos Fiasconaro, propietarios de la confitería del mismo nombre, obsequiaron a diversas autoridades su creación, verdadera obra de arte navideña, en la cual nuestro “dulce Jesús” se presenta realmente como un “Jesús dulce”.