Nunca podría negarse que María es superior a los ángeles en la gracia y en la gloria. Y los ángeles que la ven constituida, por su gloria y por su gracia, sobre su esfera, arrobados de la divina belleza que resplandece en su rostro, y anonadados a causa de la divina grandeza en que la contemplan colocada, ejecutan sus mandatos, veneran su nombre y celebran su dignidad.
P. Ramón Buldú, Tesoro de Oratoria Sagrada