¿Quién sabe tanto que pueda conocer absolutamente todas las cosas?. Por lo tanto, no confíes exageradamente en tu criterio y esfuérzate por escuchar con agrado el parecer de los demás. Si es aceptable tu sentir y lo abandonas por causa de Dios, siguiendo lo que te ordenen, eso te hará a la larga mucho bien.
Beato Tomás de Kempis
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1. Es muy valioso saber obedecer, depender de otra persona y no ser uno su propio juez. Más seguro es depender que dirigir. Muchos están sometidos a la obediencia, más por necesidad que por amor: ellos tienen sufrimiento y con ligereza murmuran; nunca adquirirán libertad de criterio si no se someten sólo a Dios de todo corazón. Aunque corras de un lado para el otro jamás encontrarás quietud si no es en la humilde sujeción a un orden superior. Imaginar distintos lugares y cambios de vida a muchos engañó.
2. Es cierto que cada uno, con gusto, lleva adelante sus convicciones y se inclina más a quienes siguen su sentir. Ya que Dios está entre nosotros es preciso que abandonemos nuestros particulares puntos de vista, por bien de la paz. ¿Quién sabe tanto que pueda conocer absolutamente todas las cosas?. Por lo tanto, no confíes exageradamente en tu criterio y esfuérzate por escuchar con agrado el parecer de los demás. Si es aceptable tu sentir y lo abandonas por causa de Dios, siguiendo lo que te ordenen, eso te hará a la larga mucho bien.
3. He escuchado frecuentemente que es más seguro atender y seguir un consejo que darlo. Puedes juzgar como bueno el sentir de alguno pero es señal de excesiva suficiencia y terquedad estar en desacuerdo con los demás cuando tienen la razón.
Tomado del libro La imitación de Cristo, Capítulo IX, n°1-3